Noelia Szpiro: "El perro que fue víctima puede padecer importantes trastornos en su comportamiento"
Noelia afirma que si el perro fue maltratado, va a necesitar estar aislado por un tiempo hasta que se relaje, se acostumbre y vuelva a confiar en otros.
Noelia Szpiro
Médica veterinaria
(MP. 11065) en “Marijal” ubicado en Burzaco, Zona Sur.
Noelia Szpiro (MP: 11065) trabaja como médica veterinaria en “Marijal” ubicada en Burzaco, Zona Sur. Noelia se encarga de la clínica del lugar, es decir, de las tareas relacionadas con la examinación de animales para detectar enfermedades o anomalías en su organismo. Ella confecciona el diagnóstico, revisa a los animales y les brinda el tratamiento. En caso de que el animal requiera intervención quirúrgica o tratamientos específicos, es derivado a un profesional veterinario especializado como cardiólogos, endocrinólogos, entre otros.
¿Se pueden ver secuelas en los perros maltratados?
Claro. En casos de maltrato, el perro que fue víctima puede padecer importantes trastornos en su comportamiento, incluyendo desconfiar en personas u otros perros, demostrar tristeza, tener síntomas de depresión e incluso actuar de forma agresiva a causa del abuso que sufrió.
¿Además de este comportamiento triste o agresivo que puede demostrar el animal, puede comportarse de otra forma?
No necesariamente de otra forma, pero sí que no es extraño que un perro que haya sido víctima de un maltrato tenga ciertas conductas compulsivas, que realice de forma repetida y sin una razón. Esto se puede manifestar en ladridos excesivos sin motivo, lamer superficies sin una razón aparente, perseguir su propia cola de forma constante, o incluso tener una obsesión por excavar todo tipo de superficies. Estos comportamientos pueden hacer que nuestra mascota no pueda realizar su vida cotidiana con normalidad.
¿Presenta los mismos traumas un perro que fue maltratado por única vez, a uno que sufrió reiterados episodios de abuso?
No, ya que los abusos que se dan por meses o incluso años, pueden agudizar los comportamientos de los animales, pudiendo sufrir cambios de comportamiento que podrían ser irreversibles. En algunos casos, la agresividad excesiva o el miedo no se pueden sanar, es decir, que es imposible rehabilitar a estos animales, recurriendo a la eutanasia en casos en los que el animal suponga un peligro para otras personas.
¿Es posible que un perro vea afectada su calidad de vida luego de sufrir maltratos?
Claro, porque muchas veces estos derivan, como mencioné anteriormente, en problemas con sus relaciones sociales. Esto implica un inconveniente de gran magnitud para un perro considerando que estos son animales que viven en manadas. Además, si el maltrato deja heridas físicas, como quemaduras, fracturas de hueso, mutilaciones de extremidades, entre otras barbaridades, esto puede terminar en una complicación médica en la que el animal sufra algún tipo de infección.
¿Cómo se debe proceder ante la adopción de un animal que sufrió maltratos?
En estos casos, lo importante es mantener al animal aislado del contacto con personas para tranquilizarlos, principalmente en los primeros días. Es fundamental brindarle un espacio relajado para que el animal se adapte de la mejor manera a su nuevo espacio. El contacto entre el animal y otros no debe ser forzado, sino que hay que dejar que el perro se vaya acercando poco a poco para que pueda entrar en confianza. Debe entender que su situación cambió y que ahora se encuentra en un nuevo ambiente en el que no será maltratado y hay paz.
¿Qué ocurre si, aunque se siguieron todas las recomendaciones, el animal sigue mostrando comportamientos derivados de un maltrato anterior?
Lo que corresponde es que se recurra a personal capacitado para que este haga un diagnóstico y así evitar accidentes dentro de la casa. Sino, como ya mencioné previamente, el animal deberá ser sometido a la eutanasia practicada por un médico veterinario para evitar que lastime a otros, así como también que el mismo sufra.
¿Qué debemos hacer si pensamos que nuestra mascota fue víctima de maltrato en una estética canina?
En esos casos hay que llevar al animal a una veterinaria para que este sea revisado por el médico y así pueda determinar un diagnóstico. Igualmente, el veterinario no tiene la responsabilidad de demostrar si hubo maltrato, sino que debe entregar evidencias que luego serán llevadas a una fiscalía para concretar una denuncia en el caso de que las pruebas den como resultado que el animal fue víctima de maltrato.
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