Daniel Lipovetzky, presidente de la Legislación General, hizo foco sobre el interés legislativo en realizar una reforma sobre la actual ley para "mejorar la protección hacia nuestros queridos animales", recordando además lo importante que fue la prohibición de las carreras de galgos, aunque responsabilizó al Poder Judicial "porque no hemos visto ninguna condena, por eso tenemos que poner el eje en que se apliquen bien las normas", reclamó a sus pares.

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Por su parte, Alejandra Bouso, del Espacio de Bienestar animal de Zoonosis, se refirió a la necesidad de campañas educativas y expuso que cada tres habitantes, hay un animal de compañía de los cuales un tercio se encuentra en situación de abandono. Estas propuestas aún están en desarrollo y cuentan con el total apoyo de los involucrados. 

 

Del mismo modo, Guido Lorenzino, el titular de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires se mantiene en la búsqueda de prohibir las denominadas “vidrieras vivas” para detener las compras de animales e incentivar a las adopciones. Esto surge en base a los reclamos que han recibido sobre las condiciones en las que estos animales se muestran en las vidrieras de los comercios. 

 

Esta iniciativa emerge en el afán de que los municipios avancen con sus respectivas normas para que ningún animal sea expuesto en vidrieras, ya que esto significaría una reducción en la compra compulsiva, impulsiva y compasiva que genera esta modalidad.
 

Lorenzino acercó a la Cámara de Diputados una propuesta para que se considere a los animales como “seres sintientes”, tal como sucede en diversos países de Europa. El inconveniente de esto es que se debe realizar una modificación del Código Civil. Por lo tanto, dicho proyecto quedó caratulado como una “propuesta de enunciamiento”.

Siguiendo con esta temática, el legislador Daniel Presti, presentó una iniciativa que busca multar a todo aquel que abandone a sus mascotas, las encierre por largos periodos de tiempo o le aplique tintura en su pelaje por una suma que asciende a los $50.000. Esta propuesta tiene la intención de cubrir ciertos vacíos legales respecto a hechos que hoy en día no se regulan pero que son fundamentales para proteger a los animales.
 

Dicha legislación contempla la penalización de situaciones que vayan contra la integridad de las mascotas, definidas como “todo animal de compañía, que por sus características evolutivas y de comportamiento, pueda convivir con el ser humano en un ambiente doméstico, recibiendo de su cuidador responsable atención, protección, vivienda, alimento y cuidados sanitarios". Este proyecto busca cuidar a los animales y su bienestar sin tener fines lucrativos, comentó Presti.

 

Los proyectos previamente mencionados se encuentran en proceso de desarrollo y, para darles impulso, requieren del apoyo de la mayor cantidad de personas posibles. “Para ser partícipe de esto, se puede visibilizar en las redes sociales, acercarse a los municipios o asociaciones que trabajen con los animales para solicitar su ayuda, y promover la educación en las casas para concientizar sobre los derechos animales” comentó Elisabet Fernández, proteccionista animal.